Hace un año se extendió entre las familias el rumor de que en Barrutia se iba a implantar un nuevo proyecto. Se generalizó el desconocimiento y a su vez la curiosidad. En la última sesión del consejo escolar del curso la dirección comunicó la noticia: la ikastola Barrutia había sido elegida para participar en el proyecto MAGNET.

Y así fue. Al comenzar el curso en septiembre no se oía otra cosa que no fuera Magnet en el centro. En las reuniones de clase se explicaban las bases del proyecto MAGNET-Erakarri impulsado desde el Gobierno Vasco y en colaboración con el Artium Museoa. Se solicitó a las familias colaboración y se planteó como imprescindible la colaboración profesorado-alumnado-familias.

Esa petición estaba en consonancia con la filosofía de la Ikastola, es decir, las familias siempre han deseado ser una parte activa de la escuela y estaban dispuestas a aprovechar todas las oportunidades. Por lo tanto, se decidió apoyar el proyecto.

En los dos primeros trimestres se han realizado múltiples actividades: juegos, música y expresión corporal para trabajar los valores; taller de palabras con la artista Nerea Lekuona;  taller para la experimentación con música electrónica con los músicos Jon Ander Sánchez Rexach y Antton Goikoetxea; han creado el documental poético “Ni, Gu, Hau, Islak” con los cineastas Jorge Moneo Quintana y Ricardo Del Conde … Todas estas actividades han requerido de la implicación de todas y todos, y sobre todo la participación del alumnado ha sido sobresaliente.

En cualquier caso, no se cree que con todo lo conseguido con estos proyectos y estas medidas vaya a ser suficiente para atraer a diferentes perfiles de alumnado y romper con la segregación escolar.

Esa diferenciación viene dada por la propia estructura del sistema-educativo. Una estructura que divide a medias la educación entre la red pública y la privada y que favorece que el alumnado de condiciones sociales más desfavorecidas se concentre en ciertos centros públicos.

El AMPA Ehari considera que son necesarias medidas más valientes que incidan sobre las causas estructurales que propician esta discriminación escolar. Ya es hora de regular de otro modo la matriculación. Si queremos una sociedad más cohesionada debemos empezar por evitar las diferencias entre nuestros hijos e hijas, ya que son el presente y el futuro.

En cualquier caso, sin perjuicio de lo anteriormente dicho, consideramos adecuado el haber apoyado el proyecto Magnet.  Este proyecto ha fortalecido entre otras cosas la unión de las familias con la escuela. Por ello, por todo lo que conlleva el proyecto Magnet, estamos convencidos de que nuestros hijos e hijas saldrán beneficiados.

EHARI GURASO ELKARTEA